Desde hoy 4 hasta el 11 de septiembre La Gran Manzana
destacará las tendencias en moda para la primavera-verano 2015
Será una semana donde la
moda y el estilo se apoderan de una de las ciudades más importantes y
emblemáticas en todo el mundo, cuando se trata de tendencias a la hora de
vestir. Se dan la libertad de mostrar lo último en tendencia vanguardista, con
un aire más fresco y más de ciudad actual.
La Mercedes-Benz Fashion
Week New York, será donde se reúnan los más prestigiosos diseñadores y marcas,
reconocidas top models y sin duda, será como cada año un show cargado de
glamour, elegancia, pero también música, personalidades del mundo del
espectáculo.
Se supo
que Jeremy Scott y Miley Cyrus vienen con un revolucionario proyecto sobre la
pasarela de parte de Moschino, que será presentado el 10 de septiembre.
Asimismo, se espera que la princesa del pop, Britney Spears, presente su nueva
colección de ropa interior.
Marcas
como BCBG Max Azria, Costello Tagliapietra, Desigual, Peter Som, Jason Wu,
Cushnie et Ochs, Lacoste, Mara Hoffman, Tibi, DKNY, Exteberria, Versus Versace,
Carolina Herrera, Tommy Hilfiger, Ángel Sánchez, Tory Burch, Diesel Black Gold,
J. Crew, Oscar de la Renta, Michael Kors, Raph Lauren, Calvin Klein, y muchas
más, se encontrarán en un mismo lugar, para presentar lo mejor y lo último de
sus diseños para la venidera temporada.
Pero, según
los últimos movimientos en Nueva York, esta será la segunda edición en la que
falten algunos de los nombres más importantes de la fashion week (Diane von Furstenberg, Zac Posen, Michael Kors, Vera Wang) en las
carpas que la organización (a cargo de IMG Fashion) dispone para celebrar los
desfiles en el Lincoln Center. Cada vez más diseñadores se están apeando del
escenario oficial por las instalaciones de Spring Studios, y la razón tiene que
ver con el ambiente circense que rodea la pasarela principal. Carolina Herrera (que
también se ha desmarcado), explicaba hace unos meses al diario Times que
el Lincoln Center "se ha vuelto demasiado comercial, demasiado parecido a una feria".
Este evento sitúa a Nueva York como la capital de las
tendencias, la primera en
marcar el ritmo, la que pone en marcha el gran
engranaje de la moda que vestiremos a
partir de octubre. Lo más nuevo, lo más fresco y las últimas influencers
caminan por sus pasarelas, pero también por sus calles.
CUÁNTO CUESTA DESFILAR EN NY?
La respuesta no es muy precisa: depende. Del lugar donde se quiera celebrar,
pero también del casting de modelos, de las relaciones públicas, la producción,
el estilismo, el maquillaje y la peluquería. Por no hablar de los cachés de las celebrities invitadas
al front row ni de la fiesta que se suele ofrecer
después.
Desfilar
en el Lincoln Center cuesta entre 15.000 y 47.500 dólares en función de los distintos espacios que ofrece. El precio de
hacerlo fuera puede ser muchísimo menor, pero también mucho más elevado, como
suele ocurrir con los shows de Ralph Lauren, que construye un espacio a su
medida cada temporada.
A
esto hay que añadir las tarifas de los estilistas. Los más
Top pueden cobrar 8.000 dólares por desfile. Una cifra que puede parecer
desorbitada, pero su función es una de las más importantes a la hora de
presentar en pasarela. Los diseñadores son los creadores de la colección, pero
los estilistas son los coreógrafos, los expertos en combinar la ropa, en el
orden en el que deben salir las prendas para dar coherencia y fuerza a cada
look. Es una inversión que las marcas no suelen cuestionar. La web estima que las relaciones públicas y la producción suelen variar entre los 10.000 y los
20.000 dólares, y a esto hay que añadir los costes del livestreaming del
desfile, incluido en el precio del espacio Lincoln pero entre 20.000 y 50.000
dólares si se hace fuera.
El
cásting de modelos se
suele llevar un buen pico del presupuesto. Según publicaba Amy Odell en BuzzFeed en febrero de 2013, las
marcas más pequeñas y medianas pagan entre 150 y 500 dólares por desfile,
mientras que las internacionales suelen
pagar entre 800 y 1.000 dólares, según ha revelado una modelo
en Refinery29. Las súper tops
tienen sus propios cachés (nombres como Cara Delevingne o Joan Smalls) y
conseguir el comeback de una modelo consagrada a la pasarela (como Kate Moss o
Gisele Bundchen), dispara el presupuesto.
Por último, las celebrities invitadas
al front row son el último gran gasto del desfile,
pero el precio depende de diferentes factores: su nivel de fama, los apropiada
que sea su imagen para la marca y si van a asistir a otros shows o no.
El año pasado se pagó 100.000 dólares a Beyonce y a las Olsen por asistir en
exclusiva, a los 60.000 de Jessica Biel. La pagina web Fashionista añade que una influencer menos conocida puede cobrar 15.000 dólares,
y que hay otras que en lugar de dinero reciben prendas o a las que simplemente
se les cubre el desplazamiento y alojamiento.
En total ( y sin contar a las celebrities) la cifra de 200.000 dólares es bastante común para un desfile. No obstante, los
grandes parecen no entender de límites: en 2011, el presidente de Marc Jacobs,
Robert Duffy, contó en el New York Times que el desfile de la firma en aquel
Otoño Invierno costó un millón de dólares.
Source:
Glamour
Farandula
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